¿Y después qué hacer?
Cada vez que un gurú o un político reconocido internacionalmente visita un país para impartir conferencias magistrales o después de un congreso o un encuentro empresarial de cualquier sector, sucede más o menos lo mismo, se queda resonando lo que dijeron en las noticias y los editoriales un par de semanas…
Si examinan lo que expusieron, cada uno desde su inspiración y experiencia, es lo que ya se sabe que hay que hacer y mejorar. Por ejemplo: mejorar la educación, crear puestos de trabajo, consolidar la democracia, fortalecer la institucionalidad, hacer un pacto nacional, reducir la delincuencia, reducir la pobreza, redistribuir la riqueza, pagar salarios justos, respetar las leyes, reducir la corrupción y la impunidad, apoyar a las PYMES, cuidar el medioambiente, preocuparse por la niñez, respetar los derechos de las mujeres, reducir la violencia familiar, ejercer responsabilidad social, mejorar la calidad, incrementar la productividad, exportar más, internacionalizarse, investigar, desarrollar, innovar y muchos otros, ¡“Hay que”!
Cinco amigos me preguntaron si asistí a las últimas conferencias y a todos respondí que no. Orgullosos porque ellos asistieron me comentaron los discursos…
Después de escucharlos, amablemente les pregunté: ¿Y tú no sabías desde hace tiempo que lo que recomendaron es lo que hay que hacer?… Cuatro me dijeron que sí, pues con estar atento a lo que sucede en el entorno y aplicar el sentido común, se deduce fácilmente lo que hay que hacer… Bueno, es que aproveché para encontrarme con fulano, otro asistió, para ver si había algo nuevo, y cada uno, estando claro que ya sabía lo que hay que hacer, encontró otro motivo por el que participó…
Muy bien, si aprovecharon el otro motivo, me parece bien, pues de vez en cuando hay que refrescar amistades y ver si de verdad hay algo nuevo…
Pero, ¿Qué vas a hacer? ¿Cómo vas a aplicar lo que dijo el gurú o el político conferenciante?… Respuesta: Lo que pasa con frecuencia es que las recomendaciones, concejos y buenas intenciones se difuminan pronto y dos semanas después todo sigue igual…
Amigos: de todas las conferencias y los encuentros empresariales lo importante no es tanto haber estado, haber oído, haber saludado o que le hayan visto, sino lo que aplicarán en su pequeño o gran entorno de influencia… Solo con repetir lo que dijo el conferencista no se avanza.
El gran problema, me dijo uno, es que creemos que asistir y oír una conferencia es como ser tocado con una varita mágica y transformado. ¡Y de eso, ni hablar!…
La verdad, dijo otro, es que ya sabemos lo que hay que hacer y lo que realmente falta es que las organizaciones privadas, las instituciones y los ciudadanos hagan lo que ya saben que tienen que hacer.
Pensándolo bien se preguntó otro ¿Cuántos puestos de trabajo se pueden crear con lo que se gasta en conferencias, conferencistas y degustaciones especiales? ¿Y cuántos más con lo que se malgasta en viajes de gerentes y funcionarios a otros países que vuelven argumentando que en su país no se tiene la cultura necesaria y no se puede hacer lo que supuestamente les mandaron a aprender?
Lo que hay que hacer, estimados amigos, es aplicar el sentido común para ordenar lo que a “simple vista” en el entorno de cada uno está desordenado.
¡Está bien saber mucho, pero más importante es la acción para ordenarse y ordenar empezando por uno mismo en su entorno de influencia, en lo personal, familiar y profesional!
cordialmente y hasta la próxima,
Pedro Roque
