La Responsabilidad Social Empresarial… ¡Nada nuevo!
Siempre hubo y habrá personas, empresas, organizaciones, solidarios que ayudan a la sociedad… Y también, personas, empresas, organizaciones y grupos no solidarios que no aportan nada a la sociedad…
Conversando con el Gerente General de la Fundación Bancaja de Valencia y estimado amigo Miguel Ángel Utrillas en una reciente visita de cortesía que hicimos a San Vicente para ver los proyectos de nuestra Fundación y atendiendo a su conferencia sobre RSE esta semana, entendí mejor en qué consiste, por la trayectoria de la Fundación Bancaja de Valencia, el ejercicio de lo que hoy se llama RSE, donde lo nuevo es el nombre, pues el espíritu, los principios y cómo ejercerla con visión de largo plazo es de hace muchas décadas…
Asumiendo la RSE como “solidaridad” de las empresas con las partes interesadas que según las ISO 9000 son los empleados, los clientes, las autoridades, la sociedad, las familias que viven en el entorno, el medioambiente y los recursos naturales con que la empresa interactúa, todo lo que se haga en régimen de ayuda para mejorar la calidad y la rentabilidad de la empresa en busca de mejorar la calidad de vida, es responsabilidad social.
Si usted es buena persona y ayuda en lo que puede en su parroquia o en la escuela o apoya la educación de una persona o ayuda en un asilo con su trabajo, está haciendo responsabilidad social. Para entender mejor esta “respuesta personal y de las organizaciones” a las necesidades sociales y hacerla inteligible, hay que entenderla en los siguientes niveles: responsabilidad social institucional, la que le da la razón de ser a las instituciones, empresarial la que emana de las empresas en busca de mejorar la calidad de vida de forma directa o indirecta y la personal, se refiere a lo que cada persona decide hacer en pro de un colectivo o la sociedad en general para mejorar la calidad de vida.
La RSE es la capacidad de entendimiento y asunción de la empresa sobre la medida en la que necesita de la sociedad para sus propósitos y crecimiento y dedicar parte de sus inversiones en realizar programas que mejoren la calidad de vida de la sociedad, a través de la corrección o la prevención. Es decir participar en un programa para hacer mejor algo que se hizo mal o hacer algo nuevo para evitar, por ejemplo, el crecimiento de alguna amenaza que asecha a la sociedad.
¿Y qué hace falta para ejercer RSE? Sobre todo, sentido común y deseos…
¿Y qué hace falta para ejercer RSE? Sobre todo, sentido común y deseos…
Observe las condiciones de trabajo de sus empleados y cámbielas a más seguras, más higiénicas y más dignas… Y si ya lo tiene bien en la empresa, mire alrededor y hay tantas cosas por hacer en todos los lugares, que antes de dos kilómetros o veinte minutos habrá encontrado al menos cinco posibles proyectos con los que puede solidarizarse.
Por sus propios estatutos, invertir en proyectos sociales el 25% de los beneficios, Bancaja lo viene haciendo a través de su fundación desde hace décadas en Valencia y desde hace quince años en Centro América por medio de becas para cursos superiores en Valencia y colaborando con diferentes universidades, así como también sosteniendo residencias estudiantiles para jóvenes de bajos recursos económicos y deseos de estudiar para progresar ellos, sus familias y sus lugares de origen.
Buenos ejemplos y necesidad hay mucha en cualquier país en desarrollo, e incluso, en estos momentos de crisis también en los países del primer mundo.
¡Voluntad y solidaridad es lo que hace falta!…
Si usted busca pretextos para no impulsar un programa de RSE, la crisis le puede valer….
Pero si lo quiere hacer, la crisis es una excelente razón, y además, por haberse esforzado en estos tiempos dificiles, todos se lo reconocerán, lo recordará y se lo agradecerán.
Primero RSE, las ganancias vendrán como consecuencia....
Pues eso, estimados amigos....
¡Manos a la obra!
Cordialmente,
Pedro Roque
